Port Royale 4 es la última entrega de una de las franquicias más queridas junto a Patrician del comercio marítimo. Desarrollado por Gaming Mind y distribuido por Kalypso Media y Koch Media, nos llega este título donde tendremos que crear todo un imperio comercial.
Ambientado en las aguas caribeñas del siglo XVII, tendremos que seleccionar una nación entre las cuatro disponibles, elegir qué tipo de marinero queremos ser y lanzarnos a la aventura. Con esta premisa, se construye un juego realmente divertido, uno de estos que siempre queremos hacer algo más antes de guardar la partida. Con cuatro entregas a sus espaldas, los jugadores más veteranos buscan un nuevo giro de timón dentro de la saga. Y vaya, este Port Royale 4 lo hace, pero ¿es lo que los fans esperaban?
Port Royale 4 da un salto técnico
Lo primero que llama la atención dentro de esta nueva entrega es el salto gráfico. A diferencia de otras entregas, contamos con un mapa marítimo realmente llamativo, las aguas y las costas lucen realmente bien. A esto, se le suma la posibilidad de acercarnos haciendo zoom a nuestros convoyes, pudiendo ver muy de cerca como luce el mar. Sin duda, es un resultado más que notable para un juego que intenta dedicar sus esfuerzos a otras cuestiones.
Por otro lado, las ciudades también cuentan con un detalle mucho mayor que en ediciones anteriores, ahora es mucho placentero hacer zoom y contemplar lo que ocurre en cada rincón. Así mismo, cada uno de los edificios se diferencia perfectamente del resto.
En este sentido la mejoría es bastante notoria. En el apartado sonoro, contamos con buenas melodías que nos acompañarán durante toda la aventura y que encajan perfectamente con lo que ocurre en pantalla. El título a su vez cuenta con un gran doblaje al castellano, así como una perfecta localización a nuestro idioma. Toda una delicia.
Los primeros pasos
Dejando a un lado el apartado técnico, nos encontramos con un juego que continua manteniendo la fórmula que tantas horas de diversión ha dado con anterioridad. Lo más interesante de esta nueva entrega es su modo campaña, en el cual podremos jugar con 4 grandes potencias (España, Inglaterra, Francia y los Países Bajos). Su modo campaña es extenso y nos proporcionará mucha diversión así como diferentes retos.
Seguramente este modo campaña sea el más ambicioso de la saga, no obstante, la compañía ha asegurado que para hacerlo posible han tenido que omitir su modo multijugador. Una pena, ya que siempre es interesante poder jugar con amigos a títulos como este. Dicho esto, también contamos con un modo libre, donde poder hacer la partida a nuestro antojo.
Bueno, ¿por donde empiezo? Cuando vayamos a ponernos a los mandos, nos daremos cuenta que existen algunos factores que afectarán a nuestra partida. Por ejemplo, cada facción nos ofrecerá dos beneficios y una penalización, por lo que debemos prestar atención para sacarle el máximo provecho. Esto mismo ocurre con nuestra clase de personaje, donde podemos elegir entre cuatro tipos bien diferenciados. Es bastante interesante que se haya optado por esta línea, ya que ofrece un buen abanico de posibilidades y variabilidad para el jugador.
¡A comerciar!
Por otro lado, uno de los puntos fuertes de este juego reside en su jugabilidad y en cómo evoluciona su mundo. El comercio es una de las mecánicas fundamentales para tener éxito en Port Royale 4. Aprovechando nuestro convoy deberemos comprar y vender mercancía por todo el Caribe. Pero claro, para tener éxito en nuestras transacciones tendremos que ver cúal es la oferta y la demanda del punto en el que vayamos a atracar.
Para esto, tendremos que analizar no sólo los productos que escasean en cada ciudad, sino que debemos ver qué productos manufacturan y así poder maximizar nuestros beneficios. Con un par de horas de juego estaremos familiarizados con este concepto, por lo que intentaremos dar el siguiente paso; crear rutas comerciales.
Las rutas comerciales creadas en este título quieren ir un punto más allá de lo visto en otras entregas. Es por ello que el terreno tiene un valor fundamental. Cuando vayamos a generar una ruta, visualizaremos el mapa marítimo con otros detalles, como por ejemplo la dirección del viento o la posibilidad de sufrir las inclemencias climáticas. Es aquí donde entra la optimización. Buscar los mejores puntos de ruta nos ayudará a obtener el mayor beneficio asumiendo el menor riesgo posible.
El camino del poder
Si estás familiarizado con la saga, sabrás que a pesar de contar con estas bases de comercio, en Port Royale hay mucho más por hacer. A medida que aumente nuestra fama dentro del Caribe y principalmente con el virrey, podremos obtener ciertos beneficios. Entre estos beneficios encontramos la posibilidad de construir edificios de producción, o bien contar con una flota militar.
Es aquí donde entran en juego muchas otras acciones que harán que el juego gane en variedad. Aumentar nuestra fama no será tarea fácil. Para conseguir hacernos con un nombre tendremos que cumplir ciertas misiones, tanto las de nuestro virrey como otras que encontraremos mientras navegamos. Eliminar piratas, o abastecer a ciudades con ciertas mercancías suelen ser algunas de las más habituales.
Nuestra fama irá aumentando hasta un punto en el que nosotros mismos seamos el gobernador de una ciudad. Por lo que todo aquel que quiera construir o comerciar en nuestro territorio tendrá primero que vérselas con nosotros.
Un giro de timón en el combate naval
Sin duda, uno de los aspectos que ha sufrido un cambio más drástico ha sido el combate naval. No es para menos, hemos pasado de un combate en tiempo real con pausas, a un combate completamente por turnos. Esta decisión puede que a muchos veteranos de la saga no les termine de convencer. Aun así, he de decir que este cambio de mecánicas se ha hilado bastante bien.
Durante el combate naval, en el cual pueden participar hasta 8 barcos, tendremos varias acciones a realizar. En cada turno, contaremos con puntos de movimiento, así como el disparo de los cañones de ambos lados de nuestro barco, por tanto la colocación será clave.
Cada uno de nuestros barcos contará con varias estadísticas, por un lado tenemos el número de tripulantes así como el número de cañones. Lo primero es muy importante a la hora de abordar otro navío, cuanta mayor ventaja numérica tengamos más sencillo será. Eso sí, una vez abordemos otro barco, ambos quedarán inutilizados durante el resto del combate. Si salimos victoriosos en barco abordado pasará a ser de nuestra propiedad.
No obstante, lo más interesante de este sistema de combate reside en la posibilidad de utilizar habilidades. Estas habilidades nos darán una gran ventaja en combate siempre que las usemos bien. Por ejemplo, reparar uno de nuestros barcos, o permitirnos disparar 4 veces en un mismo turno son algunas de las posibilidades. Para aumentar el número de habilidades de combate, tendremos que conseguir mejores capitanes o bien cumplir ciertas misiones.
En definitiva Port Royale 4 es…
Tras un buen número de horas en alta mar, he de decir que esta cuarta entrega de la saga Port Royale 4 suma muchos añadidos a lanzamientos previos. Así mismo, es de valorar el avance en calidad técnica que ha dado este título. Su nuevo enfoque dentro de los combates navales le dota de muchas opciones y posibilidades, además todo lo que lo rodea queda tan bien hilado que es difícil ponerle pegas.
No obstante, esta entrega cuenta con algunas limitaciones que debe ser señaladas. La ausencia de multijugador puede ser considerada una pérdida menor, pero creo que restar contenido nunca es la solución.
Finalmente, con todo lo bueno y lo malo, nos quedamos con un fantástico juego de comercio y gestión, en el cual las horas que hemos estado en sus mares se nos han pasado volando.
Si te ha gustado este análisis recuerda que tienes muchos más justo aquí.
Acerca del autor
Psicólogo amante de los juegos cooperativos, el RPG y de disparar a todo aquello que se mueva.