Es fácil hablar y entender hoy en día los Action RPG, sobretodo después de tener definidos los conceptos principales y establecer unos patrones sobre los que apoyarse. Todo esto, ha sido posible gracias a títulos como Dragon Age o la estela Souls. Estas obras, han llevado el género a su diferenciación y a la cúspide de un género que hasta entonces era una mezcla de ideas y conceptos.
De esta mezcla, nació Kingdom Of Amalur: Reckoning en el año 2012. Con un gran plantel detrás y las ganas de crear un universo en todo su esplendor. Fue por las ventas que el juego no acabó de remontar. Unas ventas condicionadas por un momento que daba preferencia a los títulos multijugador en la industria no ayudaron al devenir del estudio. El desarrollador inicial, 38 Studios, se vio envuelto en una polémica legal, que junto a las regulares ventas le llevo a cerrar. Al final, el juego tampoco fue un MMO tal y como se planteó, y nos quedamos con una notable aventura de acción con componentes de rol para un jugador.
El renacer de entre los muertos de Kingdom Of Amalur: Re-Reckoning
Aunque parecía que Kingdoms of Amalur: Reckoning nunca volvería a aparecer, la propiedad recibió un salvavidas después de que THQ Nordic lo agregara a su lista de propiedades intelectuales en 2018. Poco después, se hicieron planes para una remasterización del juego, algo que se planteo como una oportunidad redentora. Redentora para la propia obra, ya que después de todos los acontecimientos resultó un producto de culto.
Es normal, por tanto, que el cambio de nombre a «Re-Reckoning» se sienta como un guiño a la premisa básica de la obra. En Kingdom Of Amalur: Re-Reckoning somos un héroe traído de la muerte para salvar a Faelands de una perdición segura.
Los Reinos de Amalur están en guerra y una secta extremista de seres inmortales llamada Tuatha busca exterminar a las razas mortales. Estos son los humanos, elfos y gnomos, y debido a que los Tuatha se reencarnan después de la muerte según el «lore» del juego, esta es una guerra que las razas mortales tienen las de perder.
Una historia atemporal
Ahí es donde entra nuestro personaje. Un científico gnomo crea un dispositivo para resucitar las almas de los recién fallecidos mortales en nuevos cuerpos. Esto, podría ser la solución para ayudar a derrotar a los Tuatha perpetuando una nueva raza. Mientras los Tuatha invaden las instalaciones para destruir el dispositivo, te despiertas de entre una pila de muertos.
Este es el inicio que te introduce a una historia que podría ser contada en muchas menos horas que las que usa el título. Lo cierto, es que en cuestión de minutos te ves atrapado en un mundo abierto lleno de vida. Tienes la posibilidad de recorrer los caminos, que ofrecen una falsa sensación de mundo abierto al ser carriles que se ensanchan en puntos determinados. Y en estos caminos conoceremos a personajes de todo tipo, los cuales nos ofrecerán misiones que realizar. Estas, por supuesto, con nuestras armas y habilidades.
Donde Kingdoms of Amalur: Reckoning tuvo acierto fue en las mecánicas de combate. La buena noticia es que se sigue notando fresco, combinando ciertas mecánicas que lo hacen resultar ágil. Así, tendremos hasta dos armas quepodremos usar con dos botones, habilidades especiales y un modo «furia». Todo se puede combinar a nuestro antojo y eso nos ofrece una versatilidad en el combate que lo hace realmente divertido.
Todo esto se hace más obvio durante las batallas de los jefes finales de Kingdoms of Amalur: Re-Reckoning. Por que la mayoría incluyen la necesidad de memorizar patrones de ataque en múltiples etapas. Algunos, también, tienen lugar en mapas interesantes…
El poder de las decisiones
Y si el sistema de combate sigue siendo lo mejor, en el otro extremo encontramos la historia. Tal y como se ha dicho, parte de una premisa interesante, pero se pierde en momentos vacíos, misiones secundarias que te llevan al hastío y una trama general que quizás es lo que más ha pasado de moda.
No es porque ya no nos gusten los mundos mágicos con cantidad de contenidoy contexto. Contexto que por cierto, has de ir descubriendo por ti mismo mediante mensajes y runas que activamos. Esta mecánica, también está obsoleta, y aunque nuestro gusto como coleccionadores de momentos sigan estando en nosotros aunque pasen los años, hemos de aceptar que es un recurso muy usado.
Por tanto, lo que falla es la reiteración de conceptos y la repetición de objetivos. Si somos capaces de aceptar esto, gozaremos de otra faceta notable en la obra: la libertad.
Si bien es cierto que no podemos hacer todo lo que queramos cuando queramos (se echa de menos el poder saltar, por ejemplo) si que podemos decidir mucho sobre nuestro destino. Esto se podrá hacer mediante un completo sistema de personalización del personaje, en primera instancia. A partir de éste, podremos definir que clase de jugador queremos ser, con nuestras habilidades desarrolladas y nuestros puntos álgidos y flacos. Luego durante la aventura adquiriremos experiencia y habilidades y también tendremos la oportunidad de posicionarnos entre facciones o razas.
Kingdom Of Amalur: Re-Reckoning: Un clásico en 2020
Las mejoras principales están basadas en la calidad de las texturas o el suavizado de estas, llevando a la obra a tener un lavado de cara que le sienta fenomenal pero que no acaba de ser todo lo deslumbrante que podría. Poco más para defender a la obra que tantos corazones se ha robado.
Sin lugar a dudas, Kingdom Of Amalur: Re-Reckoning es un gran ARPG de la vieja escuela para disfrutar durante horas, teniendo en cuenta lo que el juego supuso y el contexto de este.
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