Corrían los años 40 y 50 en Nueva York, tiempos difíciles en los que las convulsas calles de la gran ciudad se teñían de sangre y corrupción. La droga y otros negocios de dudosa legalidad enturbiaban cada esquina de Empire Bay. Los bajos fondos, dominados por las familias, son una constante fuente de violencia en la que cada bando se retroalimenta del otro. Y ahí estaba Vito Sacaletta, un joven de ascendencia italiana recién llegado de la guerra. La vida no era fácil, y Vito pronto se vio envuelto en una espiral de dinero, sangre y lealtad. Hangar 13 y 2K Games se han encargado de devolver al aclamado título a nuestras consolas. Vuelve una aventura que marcó a buena parte de la pasada generación, y que ahora regresa con un lavado de cara para rememorar esta genial historia de gansters, vuelve Mafia II.
Un remaster, que no remake
Mafia II es recordado por muchos con gran cariño, y cuya trama atrapó a muchos jugadores que disfrutaron de un enfoque directo hacia el crimen organizado. A lo largo de la historia, hemos disfrutado de aventuras relacionadas con esta temática , con bandas de por medio y la violencia como protagonista. Sin embargo, la saga Mafia fue un paso más allá, adentrándose más si cabe en la estructura de las familias de gansters al estilo «Padrino».
No dudo de que muchos disfruten nuevamente de esta propuesta, o incluso aquellos que lo jueguen por primera vez. Pero creo que el título va a conllevar una clara división entre el público. Hay que aclarar que se trata de una remasterización, es decir, una leve actualización visual que conlleva mejoras en ciertas texturas, pero poco más. Incluso en una comparación directa entre esta edición y la original, puede llegar a costarnos encontrar las diferencias. Es por ello que hay que tomar el juego como lo que es, así que no esperéis un salto gráfico estratosférico.
El juego sigue siendo perfectamente disfrutable, pero a veces nuestros recuerdos nos juegan malas pasadas. A día de hoy, algunas de las carencias de este Mafia II se resaltan más si cabe con esta edición remasterizada. Los rostros de los protagonistas lucen realmente bien. Pero si nos centramos en el resto de NPC´s o personajes de menor peso, la calidad decrece estrepitosamente. Algo similar sucede con los escenarios. Si bien los interiores gozan de un mayor detalle, al salir a las calles de Empire Bay hay elementos que se muestran menos trabajados que otros. Un resultado irregular, que tiene como principal contra algunos bugs y ralentizaciones pendientes de ser corregidos.
El sonido como aliado
Mafia II: Definitive Edition tiene luces y sombras, pero muchas de esas sombras se suplen con un notable apartado sonoro. La música en este videojuego es sencillamente sublime, lo que le otorga un mayor empaque a la ambientación tan característica de la ciudad. La FILMharmonic Orchestra de Praga hizo un trabajo memorable en el juego original. Con esta Definitive Edition, estoy seguro de que embaucará nuevamente a los jugadores que descubran Mafia II por primera vez.
Con un trabajo sobresaliente en este sentido, no podemos olvidarnos tampoco de la lista de canciones que podemos encontrar en las tres radios de Empire Bay. Son pocas emisoras sí, y aunque esto hace que las pistas se repitan más de lo que nos gustaría, son tan buenas que se acaban disfrutando. Puede que a muchos no les suene, pero Mafia II cuenta con auténticas estrellas de la época para hacer más amenos nuestros desplazamientos en coche. Little Richard con su «Lucille», Chuck Berry o Roy Hamilton son solo algunos de los artistas que nos teletransportan a esta ambientación de los años 50.
Pero este apartado no se centra solo en la música, y es que en general el nivel sigue siendo tan bueno como en la obra de 2010. El motor de los coches, las puertas, el simple ruido de unas llaves o el estruendo que provoca un accidente se percibe de lo más reconfortante.
El doblaje por su parte también está a unas cotas bastante altas, pero por algún motivo, se ve empañado principalmente en las cinemáticas. Sin motivo aparente, las voces parecen omitir el efecto estéreo, y tienden a oírse de forma desequilibrada. En una televisión pasa más desapercibido, pero al utilizar auriculares la cosa cambia, y es una pena.
¿Se habrá resentido su jugabilidad?
Tratándose de una remasterización, os podéis imaginar que este Mafia II no contiene ningún tipo de evolución jugable destacada. Lo cierto es que no lo acusa demasiado en sus controles. Quizá le habría sentado bien una puesta a punto en el apuntado, pero más allá de eso el manejo del protagonista sigue siendo muy disfrutable. Las clásicas mecánicas de entonces, como la de las ganzúas para forzar las cerraduras o el uso del dial de armas ubicado en la zona inferior izquierda funcionan de maravilla. Los coches, para mi sorpresa, son menos engorrosos de lo que imaginaba, y ofrecen una conducción aceptable.
Evidentemente, el tiempo juega en contra de un título que ve como su género ha ido creciendo año tras año, con juegos cada vez más ambiciosos. Mafia II era una apuesta segura en su época, pero los años pasan factura y lo que antes parecía estar a la altura, ahora se siente algo desfasado. La trama principal mantiene lo que prometía, pero una vez nos alejamos de esa línea, el juego decae por momentos.
La inteligencia artificial es de los peores apartados. Las acciones encriptadas de los personajes son horribles, haciéndoles parecer más torpes de lo que deberían. El simple hecho de bajar unas escaleras con Joe se vuelve de lo más irritante.
Los jugadores demandan cada vez más libertad en este tipo de mundos abiertos. Actividades y nuevas misiones secundarias complementarias que alarguen la vida del videojuego. En este caso, el universo de Mafia II: Definitive Edition da esa sensación de vacío, de poca riqueza en cuanto a lo que podemos hacer por el mapa. Se ha mantenido la personalización de los vehículos o el poder cambiar la vestimenta de Vito, pero no compensan la falta de contenido.
¿Merece la pena?
Es la pregunta del millón. La saga Mafia ha gozado de una gran aceptación por el público mayoritario que se aventuró a jugarla. Con su segunda entrega, muchos vieron en él una aventura de acción que combinaba a las mil maravillas el crimen organizado y la cultura de estas familias en los años 40-50. La ambientación, el tratar según que temas, y la historia de Vito Scaletta han sido siempre motivo de cariño hacia este título. Comprendo en ese sentido que muchos lo tengan en alta estima. Sin embargo, no puede negarse lo evidente, y es que el videojuego de 2K Games no ha envejecido tan bien como nos gustaría.
Mafia II tiene cosas geniales. Por desgracia, su inteligencia artificial, un mapa que se siente especialmente vacío, y los bugs o errores que se dan de vez en cuando, ensombrecen su leyenda. A día de hoy sigue siendo un juego divertido, pero creo que su leve puesta a punto dividirá a los fans del original. Tengo la sensación de que con esta remasterización se ha perdido una gran oportunidad. Una oportunidad de mejorar una obra que ya dejó buen sabor de boca en su día. De incluir nuevas mecánicas o de pulir elementos clave.
Muchos encontrarán la ocasión perfecta para descubrir Mafia II si no lo habían hecho antes, y la verdad es que el precio es de lo más razonable. Por otro lado, hay que recordar que el original forma parte del catálogo retrocompatible de Xbox One. Por ello que no veo ninguna razón de peso por el que alguien deba adquirir esta versión teniendo la original. Los cambios son mínimos, destacando la inclusión de sus tres DLC´s. Así que de vosotros depende si queréis rememorar este clásico pasando nuevamente por caja.
Estamos en Opencritic donde puedes encontrar este y otros de nuestro análisis. Otros análisis que pueden interesarte en nuestra web.
Mafia II: Definitive Edition
29,99€
Pro.
- Una trama que sigue estando a la altura
- Se incluyen todos los DLC del juego original
- Una banda sonora sublime
Contra.
- Inteligencia artificial torpe y desfasada
- Escasa mejora gráfica
- Poco que hacer más allá de las misiones principales
Acerca del autor
He viajado a mundos que jamás creeríais, acabado con enemigos que escapan a todo misticismo. He sentido mi pulso acelerarse con cada batalla, y el suspiro de quien sabe que tendrá que volver a levantarse. Siempre hay un villano esperando y una aventura a la vuelta de la esquina.
