Análisis Block Quest Maker

Tiene un característico entorno cúbico pero no es Minecraft. Aunque sus partidas nos llevan a adentrarnos en diversas mazmorras, no es una imitación de la saga Zelda o semejantes. El título desarrollado y distribuido por Wonderland Kazakiri es una propuesta que aúna algunas características muy interesantes vistas en otras obras de la industria. Este indie presenta un conjunto muy a tener en cuenta en el que se mezclan puzles, edición, un apartado artístico atractivo y unas mecánicas que aportan la profundidad suficiente. Hablamos de un videojuego prácticamente infinito, de esos a los que me gusta bautizar como “come horas”. Sus niveles por lo general son bastante cortos, pero a cambio, la variedad y cantidad de estos nos mantendrán constantemente pegados a la pantalla.

Gráficos

Los cubos vuelven a estar de moda. Buen ejemplo de ello es el exitoso Minecraft o el genial Dragon Quest Builders. Está visto y comprobado que la técnica funciona a las mil maravillas en cuanto al apartado visual se refiere, y Block Quest Maker es otra prueba de ello. En este caso, el resultado es a menor escala pero casi igual de atractivo a la vista. A pesar de que estamos hablando de un estudio pequeño, la variedad es más que notable. Vemos unos escenarios muy bonitos y coloridos desde el principio, que cambian en función de la temática y del desafío planteado.

Estos pequeños escenarios dan más de sí de lo que parece, aunque hay detalles mejorables. La idea de basarlos en mapas tan reducidos es perfectamente ejecutable, y de hecho funciona, pero me habría gustado contar con la posibilidad de unir un buen número mazmorras entre sí. Esta opción no es muy descabellada, y habría otorgado unas posibilidades enormes al poder crear grandes mundos, algo que comentaremos más adelante. El fondo negro es una solución aceptable, pero quizá podría haberse escogido algo más elaborado. Son pequeños detalles, pero en líneas generales el resultado es bastante bueno.

Sonido y textos

Hay pocos elementos que destaquen tan negativamente en BQM como lo hace su banda sonora. Ya no es que esta sea muy limitada, sino que lo que hay se vuelve demasiado repetitivo y molesto. Al principio, se obvia y queda en un segundo plano, pero con el tiempo se va haciendo cada vez más pesada, restándole mucho a la experiencia. En cuanto a los efectos sonoros, más discretos, cumplen su función sin llegar a resaltar demasiado. Son genéricos, pero suficientes.

Un buen aspecto a destacar es que el juego, además de contar con una sobresaliente traducción al castellano, emplea una sencilla e inteligente distribución de los menús. Todo está dispuesto para que sea lo más accesible y ágil posible. También hay que resaltar especialmente los tutoriales, que sirven realmente de guía para aquellos jugadores menos habituados al género y sus mecánicas. Vienen muy bien sobre todo para aprender a dominar el editor, aunque como decía, es muy sencillo y nos tomará poco tiempo hacernos con él.

Jugabilidad

En el menú principal de Block Quest Maker nos encontraremos desde un principio con tres opciones perfectamente diferenciadas. Por eso debemos separar este apartado. La campaña (dungeon oficial) y el modo desafío, van algo más de la mano. Básicamente, el título presenta un número ingente de niveles a superar, cada uno de ellos con una serie de puzles cada vez más complicados. Lo mejor es que el juego permite empezar por cualquier nivel, ya sea el último o el primero, aunque lógicamente conviene hacerlo en orden. Es primordial para entender sus mecánicas o deducir con mayor claridad los objetivos en cuanto a la resolución de los puzles.

La información aportada al jugador es abundante, no solo en lo referente a su propia puntuación o tiempo, sino en cuanto a las marcas en forma de ranking acerca de otros usuarios. A esto también hay que sumarle la posibilidad de jugar las mazmorras creadas por ellos mismos, además de intentar batir su marca. El modo desafío es similar a las mazmorras oficiales, por lo que poco o nada varía con respecto a estas.

A lo largo de los escenarios, descubriremos que hay una gran diversidad por muy limitados que parezcan en un principio. Pulsadores para abrir compuertas, suelos que se desvanecen cuando los pisamos, palancas, enemigos, y un largo etcétera. En la mayoría de las ocasiones, será obligatorio hacerlo todo en el orden correcto, ya que de lo contrario habrá que reiniciar el nivel. En este sentido, puede suceder que nos llevemos un buen rato buscando esa falla en el proceso, perdiendo más tiempo del que nos gustaría. Las mecánicas son sencillas, aunque para el botón de dirección os recomiendo la cruceta en lugar del analógico, que es más impreciso.

Un editor bastante generoso

Este es uno de los grandes atractivos de BQM, donde seguro que muchos de vosotros pasaréis horas y horas creando y dando vida a todo tipo de mazmorras. El objetivo de sus responsables, era lograr un editor lo suficientemente complejo y completo, pero sin sacrificar una interfaz sencilla y accesible. Y la verdad es que lo han conseguido. Incluso para mi, que no soy un habitual en estos géneros y mecánicas, me ha costado muy poco tiempo habituarme. Por supuesto que algunos elementos requieren más dedicación y aprendizaje, pero dominarlos no será un problema.

El contenido es realmente extenso, y las posibilidades casi infinitas a la hora de crear nuestras mazmorras y puzles. Los bloques son muy variados, pudiendo darles a nuestras creaciones un toque más sobrio o colorido. Todo se encuentra distribuido en los menús de la zona superior de la pantalla, donde se puede elegir el tipo de bloque, las paredes, compuertas, mecanismos como pulsadores o armas, y así con un puñado de objetos. Los monstruos también están presentes, y cada uno actuará de manera diferente, lo que da un punto más estratégico a la hora de enfrentarlos. Borrar, modificar, mover o añadir partes resulta de lo más sencillo.

Duración

Si querías un juego con el que pasar horas y horas jugando durante la cuarentena, esta puede ser una opción a tener en cuenta. No hay que descartar a Block Quest Maker en absoluto, principalmente porque se podría decir que es infinito. Hablamos de un título que, más allá de todos sus niveles (que son muchos), cuenta con un editor para dar rienda suelta a nuestra imaginación. Por si esto fuera poco, es posible disfrutar de las creaciones de otros usuarios, por lo que si nos aburrimos, desde luego no será por falta de contenido. Dicho de otra manera, no podemos aportar un número de horas concreto acerca de su duración. Dependerá de nosotros mismos.

Conclusión

En definitiva, BQM es una propuesta bien rematada por sus responsables. Una experiencia que divierte, que es lo más importante, y dará muchas horas de juego a sus usuarios. Animo a aquellos que se aventuren a probarlo, a que por supuesto den rienda suelta a su imaginación con su fantástico editor. Este juego de mazmorras es lo suficientemente variado como para no hacerse pesado. La banda sonora o el manejo, a veces impreciso, son los pocos peros que se le puede poner a la obra de Wonderland Kazakiri. Gracias a sus mecánicas sencillas, aprovechar todo su potencial no supondrá un problema, y no tardaremos demasiado en hacernos con sus controles. Si a esto le sumamos un buen apartado visual, el producto resulta ser de lo más redondo.

Estamos en Opencritic donde puedes encontrar este y otros de nuestro análisis. Otros análisis que pueden interesarte en nuestra web.

Block Quest Maker

14,99
7.1

Gráficos

6.7/10

Sonido y textos

5.8/10

Jugabilidad

7.7/10

Duración

8.0/10

Pro.

  • Variedad en muchos de sus apartados
  • Fantástico editor
  • Horas y horas de juego

Contra.

  • Banda sonora molesta y repetitiva
  • Controles un tanto imprecisos

Acerca del autor

+ Ultimas Entradas

He viajado a mundos que jamás creeríais, acabado con enemigos que escapan a todo misticismo. He sentido mi pulso acelerarse con cada batalla, y el suspiro de quien sabe que tendrá que volver a levantarse. Siempre hay un villano esperando y una aventura a la vuelta de la esquina.

Entradas relacionadas

Deja tu comentario