Tras su debut en PC llega Iconoclasts a Xbox One. Un plataformas en fundamento en la vena de Celeste y Hollow Knight, pero Iconoclasts da una vuelta de tuerca (aquí nunca mejor dicho) en diseño de niveles y solución de puzles.
Nos encontramos ante un 2D de estilo pixel art 16 bits, publicado por Bifrost y desarrollado por el ‘hombre orquesta’ Joakim Sandberg. Trabajo que le ha llevado casi una década. Hecho admirable y es que Iconoclasts brilla por méritos propios.
Tras una breve introducción podemos familiarizarnos con los controles básicos e inspeccionar la primera zona, pero Iconoclasts trata de contar una historia, y esta no tarda en dar comienzo. Nuestro personaje ‘Alondra‘ se encuentra en un mundo gobernado por la “Sociedad Única” y dirigido por un ente misterioso, “La Madre“. Alondra recibe de herencia una llave inglesa de su difunto padre, mecánico de profesión. Pero la Sociedad Única determina quiénes pueden hacer uso de herramientas e ir manipulando maquinaria, y tras una visita de inspección a su domicilio Alondra es puesta en búsqueda y captura. Desde ese momento nos hacemos paso entre diferentes niveles tratando de ayudar al reprimido prójimo. Como aventura, no falta el encuentro con personajes y sus correspondientes diálogo.
A pesar de disponer de arma específica de defensa, la llave inglesa es la piedra angular del juego ya que puede (y debe) utilizarse tanto como para operar compuertas, acceder a niveles y plataformas como para combatir. Conforme avanzamos nos encontraremos con mesas de trabajo donde podremos mejorar sus funciones.
Lo que diferencia a Iconoclasts de otros títulos similares es la ingeniosa inclusión de puzles en el propio entorno. Antes de que nos demos cuenta, estaremos deslizando plataformas de lado a lado para poder avanzar. Ya que a pesar de permitir la libre exploración, el progreso del juego es lineal.
Gráficos
Iconoclasts luce sus gráficos pixel art que recuerdan a juegos de la era Super Nintendo. Tanto personajes como fondo de escenario se muestran estupendos, así como las animaciones. Especialmente las de los jefes enemigos, destacando también su variedad.
Sonido
Tan sorprendente resulta que música y efectos de sonido hayan sido compuestos y creados por el mismo artista que ha programado el juego. Cada fase cuenta con su propia composición, aunque algunas se muestran un poco repetitivas.
Jugabilidad
No podían fallar la fluidez y control del personaje en un título de estas características, afortunadamente Iconoclasts da la talla en este apartado. A destacar el uso de la llave inglesa, que hace de auténtica herramienta multiusos. La mecánica de saltos y ataques son precisos, y la dificultad de juego está bien equilibrada. Es durante la resolución de puzles que puede volverse un poco frustrante. Obligando a ser imaginativos con nuestras acciones, de lo contrario nos veremos estancados en una zona.
Duración
La duración de juego puede variar entre las 10 y 15 horas, dependiendo de si tratamos de completarlo con totalidad accediendo a todos los recovecos del mapa.
Conclusiones
Iconoclasts es un acierto en varios aspectos, a pesar de su naturaleza indie, el juego goza de un estupendo acabado tanto visual como jugable. Avanzar en algunos tramos puede ser todo un reto al igual que superar alguno de los múltiples jefes enemigos a los que haremos frente. Si lo que buscamos es un metroidvania competente que nos mantenga ocupados varias sesiones, Iconoclasts es sin duda un acierto.