PUBG, el Battle Royale que pudo reinar

Cuando hablamos de juegos y en concreto de Battle Royale, el primer nombre que se nos viene a la cabeza es Fortnite. Sin embargo, Fortnite no fue el primer juego que popularizó el género hoy llamado Battle Royale. Ese honor no lo tiene otro que Player Unknown Battlegrounds, al que se conoce como PUBG. ¿Cómo nació este género?, ¿Por qué fue sobrepasado por Fortnite?, ¿qué hizo mal?, vamos a tratar de desvelar estas incógnitas y por qué este juego no reinó en el género ahora que acabamos de superar su quinto aniversario.

Sus orígenes y su creador

Brendan Greene, de origen irlandés, es el padre de PUBG. Aunque cuando pensamos en el creador de un juego con tanta repercusión nos imaginamos a un Hideo Kojima. Con esto quiero decir, a alguien muy implicado y con años de trayectoria a sus espaldas. Nada más lejos de la verdad en este caso. Estamos ante un hombre corriente que trabajó como DJ en su juventud y que estuvo años sin ser jugador habitual de videojuegos. Greene se había mudado desde las islas británicas hasta Brasil por amor, pero éste se terminó 2 años después. Tras este hecho sólo quedaron dos cosas: una casi total ruina económica y una cantidad de tiempo libre indecente.

Debido a este aburrimiento y a falta de dinero para retornar a Reino Unido, comenzó a jugar videojuegos después de muchos años de la Atari 2600 en su niñez. Pese a ello, ninguno parecía satisfacerle y pronto caía en el tedio. Para él, la IA de los enemigos se consigue aprender después de varias muertes y el juego pierde entonces gran parte de su interés. Entonces descubrió el shooter táctico-militar Arma 2 y en concreto un evento de su mod DayZ: The Survivor games. En él se incorporaban los hoy ya consagrados zombis y la propuesta de morir con ausencia de vidas o respawn. Este evento le impactó profundamente, pero sólo estaba disponible para creadores de contenido y streamers una vez al mes aproximadamente. Su obsesión por jugarlo era tal, que llegó a intentar hacer su propia versión del mismo.

Greene descubrió en el colegio la dura novela El Señor de las moscas de William Golding, convirtiéndose en una historia que le fascinaría especialmente. A la similitud temática se unió la película japonesa Battle Royale (Kinji Fukasaku, 2000) en la que un grupo de adolescentes era abandonado en una isla con un arma y su único objetivo era sobrevivir. Esta película nos marcó tanto a Green, como a toda una generación y fue un éxito en la época de los DVD hasta el punto de dar origen a una secuela.

Battle Royale

Aquí se cocería el propio mod de Greene con lo que en el futuro sería el nombre del género que estaba impulsando a límites insospechados: Battle Royale. El mod tuvo un éxito arrollador, hasta el punto de consumirle casi todas las horas del día y de la noche con el fin de que no se cayeran los servidores. Pese a ello, esto no le generaba dinero y sus ingresos se iban reduciendo cada vez más. Decir que en él están las bases del actual PUBG, decenas de jugadores descendiendo en paracaídas y looteando por encontrar la mejor arma. Cuando parecía que todo acabaría aquí y tendría que elegir entre acabar en la calle por no poder pagar el alquiler o cerrar el mod, Greene recibió una llamada que le cambiaría la vida.

El juego H1Z1 de Daybreak Game Company (anteriormente conocida como Sony Online Entertainment) quería incorporar un modo de juego basado en su popular mod. El juego era de supervivencia para 250 jugadores en un modo dominado por los zombis y principalmente basado en la fabricación de objetos. Por fin, Greene conseguiría algunos ingresos y asomar la cabeza por la industria. Pese a todo no acabó especialmente satisfecho con el resultado, pero al menos le sirvió para que le contactaran desde una compañía coreana: Bluehole, esta vez, para crear su juego propio tal y como él lo concibió desde sus inicios.

Player Unknown Battlegrounds (PUBG)

Y es así como llegamos por fin a la salida del título y a unos números de auténtica locura. La pérdida de vida y de sueño que sufrió cuando sacó su mod, le valió a Greene para granjearse el apoyo y el seguimiento de una comunidad muy fiel y entusiasta de su trabajo. Así, cuando PUBG salió en fase beta, repartieron 80.000 códigos para las pruebas entre sus seguidores. Con ese volumen de gente se aseguraban unas pruebas fiables en los servidores para cuando el juego saliera en acceso anticipado.

El juego fue lanzado en Steam mediante el mencionado acceso anticipado en marzo de 2017. El éxito fue absolutamente brutal, ya que en 17 días lograría el millón de copias vendidas. Llegaría a cuatro millones de copias en sus primeros 3 meses de vida y a desbancar al todopoderoso League of Legends en Twitch, algo que no ocurría desde 2014. Para 2018 lograba el hito de los 50 millones de copias y el dato más reciente habla de más de 70 millones de unidades vendidas en julio del pasado año 2020. El éxito también le acompañó en su versión móvil PUBG Mobile. PUBG Mobile es la versión “lite” y gratuita hecha por Tencent para tablets y teléfonos móviles. Esta versión cuenta ya con más de 400 millones de descargas y es una reseñable adaptación del original con la jugabilidad excelentemente adaptada a controles táctiles.

PUBG no puede considerarse el inicio de los Battle Royale como tal, pero sí el impulsor del Battle Royale moderno. Más adelante incluso el género evolucionaría hacia otro tipo de perspectiva, como por ejemplo Fall guys, un todos contra todos con aire desenfadado.

¿Qué es PUBG?

PUBG es un shooter en tercera o primera persona, un “shooter táctico”, tal y como lo define el propio autor. Aunque más adelante añadiremos algo para completar aún más la definición de este juego. En él, hasta un total de 100 jugadores, pudiendo ser 64 o 32 según el escenario, descienden sobre paracaídas en una isla con el único fin de ser el último en pie y cenar pollo, tal y como reza la frase al ganar.

Caemos en un escenario sin absolutamente nada, así que deberemos ser capaces de recoger armas, munición, granadas, modificadores de armas, vendas, kits médicos… pero nada de ello es posible si no contamos con una mochila que nos permita guardarlo todo. Además está el hecho de protegerse con chalecos antibalas y cascos de distinto grado de protección. Sin ellos, seremos presas fáciles del primer jugador con el que nos topemos.

Una zona azul irá cerrando el escenario hasta reducirlo a su mínimo expresión mientras una zona roja o morada, será objeto de un intenso bombardeo que destroza todo a su paso. Además, podremos conducir vehículos, a excepción de los escenarios más pequeños (Haven y Karakin). Como vemos el componente estratégico y la fortuna son vitales. Podremos optar por ser unos asesinos encarnizados e ir a por todo aquello que se mueva u optar por movernos furtivamente y ocultándonos. A ello se une la posibilidad de jugar sólo, en parejas o como equipo de 3-4 personas.

Los escenarios de la batalla

Los escenarios son muy distintos entre sí y se asemejan a lugares reales. Aunque varían en función de la actualización, los escenarios aparecidos hasta este momento son:

  • Erangel: Fue el primer mapa del juego y es similar a una Rusia en plena guerra fría.
  • Miramar: Un asfixiante escenario desértico que toma Méjico de base.
  • Sanhok: Una agobiante y enmarañada selva ambientada en Tailandia-Vietnam.
  • Vikendi: Gélido escenario poblado de nieve y con resorts.
  • Karakin: Ambientado en África, es similar a Miramar pero mucho más pequeño y con minas subterráneas. Sólo para 64 jugadores.
  • Haven: Zona industrial y oscura sin referencia real clara. Sólo para 32 jugadores
  • Páramo: Inspirado en alguna remota isla Sudamericana. Es un mapa dinámico con un volcán que puede activarse vertiendo lava.

Un fuerte componente de realidad y simulación

Este juego busca la realidad dentro del videojuego. Este componente de realidad y el hecho de contar con sólo una vida te hace sentir miedo y tensión como el propio Greene afirma:

He dicho un juego de miedo porque estás en una casa tú solo y escuchas cerca un disparo, donde no sabías que había alguien. Y entonces empiezas a sentir el miedo, estás asustado […]

Sus personajes se mueven a velocidades normales, las armas tienen las ventajas e inconvenientes de las armas reales. La potencia de las armas y compensar la caída de la bala a largas distancias es algo que trata de buscar la realidad y que tendremos que tener en cuenta a la hora de actuar. El sonido es algo vital y es quizás el único apartado en el que a día de hoy sigue siendo el rey, la precisión en la ubicación o en los sonidos de los pies sobres las distintas superficies es muy parecido a la realidad y tiene una gran sincronización con las acciones en el juego. Sin duda este hecho hace que sea uno de los shooters más disfrutables y que mejor provecho sacan de los auriculares.

El factor clima también es algo completamente realista y es que los escenarios se pueden presentar en distintas horas del día y con clima variable. Puede hacer aparición la lluvia y con ello ocultar sonidos de pisadas o de disparos. También puede aparecer una densa niebla que nos dificulte la tarea si somos especialistas en matar a la larga distancia.

El ataque de los clones y la demanda a Epic Games

El increíble éxito de PUBG no pasó desapercibido y el género Battle Royale subió en popularidad como la espuma. Epic Games, una pequeña desarrolladora sacó su modo Battle Royale en el videojuego Fortnite en el tiempo récord de 2 meses y decidió hacerlo gratuito. El éxito fue abrumador hasta el punto de superar a PUBG, que además siempre había cobrado un precio por su juego y no siempre fue precisamente barato, llegando incluso a los 25 euros. Esto, que supuso un beneficio al principio, sería un lastre debido a la gratuidad tanto de Fortnite como de los demás Battle Royale que surgirían a su sombra.

Las similitudes de Fornite con PUBG eran más que evidentes en su planteamiento. Aunque el tono de Fortnite estaba muy alejado de la obra de Bluehole y Krafton, que en enero de 2018 lanzan una demanda por plagio contra Epic Games. Sin saber muy bien cómo ni por qué, en agosto de 2018 se retira la demanda. Se habla de un posible acuerdo económico o bien, de que los abogados revisaron el caso y vieron que las diferencias eran suficientes como para que el tribunal desestimase la demanda.

Ciertamente Fortnite es un battle royale dirigido a un target más casual, y sobre todo más joven que PUBG. Cuenta además con un componente de construcción y resulta más frenético. Su perspectiva es mucho más arcade, frente al fuerte componente de simulador con el que cuenta PUBG. Su tono colorido, el aire desenfadado así como los skins y bailes de los personajes hicieron de Fortnite un fenómeno de masas que se multiplicó vía streamers hasta el punto de traspasar el mundo de los videojuegos. Camisetas, juguetes y merchandising en general, hicieron que Fortnite desbancara del primer puesto de popularidad a PUBG, que pecó de conformista y de aportar pocas novedades a su juego aparte de escenarios nuevos con cuentagotas. A ello se une el adquirir licencias de personajes archiconocidos como los Vengadores o el propio Jefe Maestro.

No hay mal que por bien no venga…

Además a todo ello se une el hecho de que sufrió de la existencia de “cheaters” en PC, lo que acarreó que mucha gente abandonara el juego. Fortnite fue el primero en plagiar la idea pero ni mucho menos el último: Apex Legends, Call of Duty: Warzone y toda una legión de imitadores, muchos gratuitos, salieron a la palestra para coger su parte de la tajada. Todas estas salidas de juegos y la pérdida progresiva de jugadores, hicieron que por fin despertaran de su letargo y que PUBG se retroalimentara de las novedades y mecánicas que aportaban todos estos nuevos Battle Royale. Desde incorporar un modo arcade en escenarios muy reducidos que no acabó de cuajar, a introducir trazas de lo que parece ser una historia que arme una narrativa en torno a PUBG, pasando por añadir bailes o skins.

Además muchos escenarios sufrieron remodelaciones y actualizaciones para recibir las resoluciones 4k. En este caso merece la pena reseñar el caso de Sanhok, que pasó de parecer un parque de cualquier ciudad con poco más que algún árbol, césped y riachuelos, a convertirse en una agobiante selva poblada de árboles y ríos. Además se implementó el uso de “bots” para completar partidas y ayudar a jugadores noveles a no enfrentarse sólo a jugadores de niveles muy superiores que podrían arruinar la experiencia nada más comenzar. Karakin también sufrió mejoras de iluminación, ya que las minas subterráneas resultaban muy oscuras para todos aquellos que no jugaban en pantallas con HDR activo.

A ello se une la subsanación de cientos de bugs que reportaba la comunidad. Esa comunidad es uno de sus activos más importantes. Ésta siempre ha apoyado al juego y contribuido a su mejora aportando reportes de errores, cheaters o sugerencias de mejora.

El juego cruzado entre plataformas fue algo que también se implementó con el fin de contener la caída de jugadores. Así, los jugadores de Xbox, PlayStation y Stadia, comparten servidores desde hace ya años.

El futuro de PUBG y conclusiones

Si bien a día de hoy PUBG sigue recibiendo actualizaciones constantes aproximadamente una vez al mes implementando mejoras y con novedades, el futuro más cercano pasa por el juego en teléfonos móviles. PUBG New State saldrá a finales de este año y estará ambientado en el futuro próximo del juego actual. Y, aparte de añadir nuevas armas y vehículos más modernos, el planteamiento básico del juego parece ser el mismo.

Si esta nueva versión llega también a consolas será algo que decidirán en el futuro. Lo que sí está claro es que la historia de PUBG sigue muy viva. The Callisto Protocol promete ser uno de los juegos de terror más sorprendentes de los últimos años y se ubica temporalmente 300 años después de los eventos acaecidos en PUBG. Ello nos da la pista de que tanto el actual juego, como New State, desarrollarán más su historia para acabar culminando en The Callisto Protocol.

PUBG es un juego exigente, de ello no cabe duda, pero una vez controladas las dinámicas de juego es un juego que te mantiene en tensión como pocos y es muy disfrutable. Tal vez gráficamente se queda muy atrás en comparación con otros, pero sigue liderando el apartado sonoro.

Conviene recordar que está incluido dentro de nuestro querido Game Pass y que a día de hoy, es difícil encontrar un juego en el que la cooperación y coordinación sean tan necesarias como en éste. Es por ello que si buscáis un juego que compartir con amigos habituales de consola, no dejéis de pasar la oportunidad de probar PUBG, un juego que aún hoy sigue teniendo un apoyo incondicional de su fiel comunidad y que, como hemos tratado de mostraros, tiene una curiosa historia detrás.

Acerca del autor

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Apasionado de la ciencia ficción en todas sus vertientes. Gamer desde hace más de 30 años. Xboxer de corazón

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