Mirror’s Edge: la saga que pudo haber marcado una generación

Todos y todas tenemos ese juego especial, ese título predilecto que nos marcó al jugar por primera vez y al cual podemos volver, no importa cuantas generaciones pasen o cuanto mejoren los gráficos. Para mí, esa joya es Mirror’s Edge para Xbox 360, juego que compré con la propia consola, hace más de una década. Con un gran éxito inicial, veamos cuáles fueron los desafíos y problemas que vivió el mundo creado por DICE y EA. Hablemos sobre Mirror’s Edge: la saga que pudo haber marcado una generación.

Portada NTSC (Estados Unidos) del juego original

Innovación técnica y artística

En este artículo hablaremos de todos los juegos publicados de la saga, pero debemos empezar -indudablemente- por el principio. Un día 11 de noviembre de 2008 el juego se lanzaba en la séptima generación de consolas, y durante los años venideros amasó unas buenas ventas. Hasta 2,5 millones de copias se pusieron en circulación, incluyendo la versión de PC lanzada al año siguiente.

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El juego cuenta la historia de Faith, una runner que recorre una ciudad distópica donde el parkour es la mejor forma de pasar desapercibido. Se le encomiendan numerosos encargos, pero se verá envuelta en un embrollo muy grande, que es la base de la trama. Sin destripar ni spoilear esta, solo diré que sigue un arco argumentativo digno del resto del juego y de la ambientación.

Sin embargo, el elemento que verdaderamente sienta las bases del éxito de este juego, no es nada menos que el gameplay y la jugabilidad.

Parkour en esencia pura.

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¿¿No tienes vertigo??

Con unos controles extremadamente pulidos para mando de consola, una amplia variedad de movimientos y mecánicas, y un mundo vasto, nos dio una sensación de libertad pocas veces vista antes de 2008. Su modo en primera persona, la visión de runner (que utiliza paletas de colores muy específicas, como el color rojo, para indicarnos los objetivos) y pequeñas variaciones en el gameplay dependiendo del nivel, constituyen una experiencia agradable y que no cansa al jugador mientras recorre la ciudad.

Podría tirarme el día entero hablando sobre pequeños detalles o decisiones de diseño en este título. Desde el uso de los colores para indicar elementos de importancia, hasta la variedad de movimientos y técnicas disponibles para superar todos los niveles. Sin embargo, lo mejor es que lo pruebes por ti mismo. Te gustará saber que el juego es retrocompatible con Xbox One y Xbox Series X|S, y te invito a que lo pruebes.

Si quieres conocer más sobre el estilo y la ambientación fenomenalmente ejecutada del mundo de Mirror’s Edge, te invito a que veas este vídeo y aprendas aun más:

Y una última advertencia. El vértigo. Sí, es en serio. Este juego merece ser probado, pero no te preocupes si no es para ti. No todo el mundo puede aguantar la frenética velocidad a la que transcurren algunas misiones, o los cambios de cámara. Pero si aguantas el desafío, estoy seguro de que disfrutarás del juego.

Catalyst: el catalizador hacia el olvido

La primera entrega del juego tuvo excelentes notas de la prensa, y más aún de los propios jugadores, que lo recuerdan con gran cariño. Sus valoraciones son muy buenas a día de hoy. Por ello, DICE intentó encontrar una fórmula para continuar con Mirror’s Edge, puliendo así algunos aspectos polémicos de la primera entrega -como el uso de armas- que acabó desapareciendo en la siguiente entrega. El estudio descartó varios proyectos, incluida una secuela: Mirror’s Edge 2.

Esto conllevó un retraso en la aparición de la verdadera continuación, Mirror’s Edge Catalyst, que no llegaría hasta 2016 con la nueva generación de consolas, Xbox One y PS4. Bueno, que realmente es un reboot, pero tampoco de forma muy clara pues personajes y tramas previas coexisten en el nuevo juego, aunque solo conozcamos de ellas en misiones secundarias o pequeños easter eggs.

Mirror's Edge Catalyst Trailer de Lanzamiento - Por qué Corremos - YouTube

En esta ocasión, no haré un análisis al completo sobre lo bueno y lo malo del juego, pues lo retomaremos en un futuro Lunes de Game Pass, pero si me haré eco de algunas de las impresiones que tengo después de bastantes horas en el juego. Ha perdido la esencia original. ¿Aquella magia que hacía el juego original único? ¿La ambientación distópica, pero reconfortante de la ciudad que puedes explorar con casi total libertad? No se ve por ninguna parte.

Catalyst apuesta por un mundo abierto sin pantallas de carga. Y hay que reconocerle el buen trabajo y la gran libertad de exploración que otorga al jugador respecto a la entrega anterior, donde todos los niveles eran lineales. Sin embargo, en este proceso se pierde una pequeña parte de la identidad que hizo del juego original uno de los más queridos de la séptima generación de consolas. Todo ello, combinado con multitud de misiones secundarias que podemos hacer por el mapa, escenarios repetitivos por los que tenemos que pasar todo el rato para movernos entre diferentes zonas, y una trama principal algo laxa, hace que el juego se vuelva tedioso e incluso aburrido.

Por no mencionar las mecánicas de combate: repetitivas, absurdas y sin balance alguno. Podría disertar durante horas sobre por qué la decisión de centrarse más en las mecánicas de parkour y abandonar las armas de fuego es una mala decisión, pero no quiero ahogar los aspectos divertidos del juego entre tanta queja. Os dejo que los descubráis por vosotros mismos.

Mirror’s Edge: la saga que pudo haber marcado una generación

Este artículo no podría concluir sin una recomendación muy importante. La de probar Mirror’s Edge y Mirror’s Edge: Catalyst, ambos disponibles en Xbox Game Pass con EA Play, tanto para consolas Xbox One como Xbox Series X|S. Además, no te olvides de dar el salto a nuestra sección de artículos y leer el mejor contenido original sobre tus títulos favoritos. ¡Nos vemos en los tejados!

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